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Tiempo  

Publicado por Centinela

Andad sabiamente para con los de afuera,redimiendo el tiempo. -Colosenses 4:5. Si tuvieras que comprar el tiempo,¿lo usarías de una manera diferente?¿Usarías los minutos,las horas y los días de tu vida más sabiamente?.Claro que no podemos poner precio a los minutos y las horas que poseemos. ¿Qué es el tiempo?- le preguntó Manuel a su mamá, mientras ésta, apurada, le servía un plato de cereal industrializado, la expresión en el rostro de Martha se tornó en sorpresa, “¿qué clase de pregunta era esa?”, para un niño de cuatro años; molesta volteó a verlo y le respondió: “el tiempo es lo que me estás haciendo perder con tus tonterías”, Manuel se quedó pensando, moviendo la cuchara al centro de su plato decorado con Pokemón y dijo casi enseguida, “por eso mamá, por eso quiero saber qué es el tiempo, para dártelos y ya no los pierdas”. Sin prestarle atención, Martha cogió al niño del brazo, le acomodo la mochila en los hombros y salió rápidamente de la casa. Camino al jardín de niños, Manuel notó que su mamá observaba constantemente el reloj que portaba en su muñeca izquierda, “ya lo tengo”-pensó- “ahí está el tiempo, si mi mamá observa tanto ese aparatito es porque ahí está el tiempo que se le pierde”. Así que cuando Martha se despidió, Manuel corrió a su salón de clases dispuesto a preguntarle a su maestra ¿Si podían arreglar la puerta del aparato que ciudaba el tiempo para que ya no se perdiera? Y cuál fue su sorpresa al darse cuenta que su dulce educadora, tampoco tenía tiempo. Decidido a saber qué o quién era ese causante de tanto alboroto, espero la hora del recreo, y mientras las maestras se reían quién sabe de qué en el patio. Manuel entró al salón vacío, se acercó al escritorio de su maestra y ahí, entre pedazos de crayola, potes de resistol vacíos, estaba la casa del señor tiempo. Una casita chiquita, con su pastorcita y borregos al frente y en el medio un círculo de cristal, con tres líneas disparejas, la más grande actuaba de guardián, vigilando los lentos movimientos de las otras dos. Manuel tomó la figura en sus manos, la observó, buscando por el señor o señora tiempo, le habló, más no obtuvo respuesta alguna, se asomó por las pequeñas ventanas y nada; así que, sin pensarlo dos veces, tomó la figurita y la azotó contra el piso, la pastora y sus ovejas salieron volando por el estruendo; el reloj del centro siguió caminando. Cuando llegaron sus compañeros y la maestra, el niño volteó a verlos y sólo dijo: “Aquí tampoco está, el tiempo se escapó cuando le abrí la puerta”. Después de pagar el reloj, Martha se llevó a su hijo a casa de su abuela, lo reprendió por haber destruido la casita, prometió volver por él cuando terminara su turno en el supermercado. Manuel vio a su madre alejarse y le pareció aún más bonita con su uniforme verde que cuando se arreglaba demasiado para las reuniones familiares; en la que recordaba vagamente haber escuchado llorar a su abuelita por el tiempo que Martha desperdiciaba. Recordó eso y fue con María, su abuela, y le preguntó: “oye abue, ¿qué es el tiempo?, ¿por qué la gente llora y se lamenta cuando lo pierde?, quiero saberlo, porque quiero que mi mami tenga mucho, tanto, que no se de cuenta cuando alguno se le escapa”. María miró a su nieto y le dijo: “Hijito lindo, el tiempo no existe y no lo vas a encontrar o atrapar de forma alguna, así no funciona”. Le sirvió un vaso de leche y se sentó frente a él en la mesa de la cocina , y le dijo: “Tú eres el tiempo, detrás de ti hay un largo camino y tan largo como éste es, así es el momento en que estarás en este mundo; un espíritu llamado vida va tras de ti, alimentándose de cada momento que existes y depende sólo de ti como se alimente; hay personas a quienes les gusta comerse su camino de un solo trago; otros más despacio y otras más, quienes simplemente no caminan, la vida los rebasa y su tiempo se desvanece”. Manuel la miraba incrédulo, “oye abue, y ¡por qué a mi mami se le perdió su tiempo?; María sonrió: “no hijo, a Martha no se le perdió nada, al contrario su camino estaba unido y de pronto se unió al tuyo; al principio no supo como compartir eso que era tan de ella: su tiempo, sus momentos, pero créeme que está feliz de tenerte caminando junto a ella: Algún día tu también harás tu propio camino, mientras tanto disfruta este camino, en el que eres un niño y no te importan las horas ni minutos, pues tienes a alguien más que se preocupe por eso, tu madre”. “Y yo abue, ¿yo sabré compartirme?”; María tomó su mano y le dijo: “eso depende de ti, de cómo quieras que tu vida se coma tu tiempo”. El tiempo: Andad sabiamente para con los de afuera,redimiendo el tiempo. -Colosenses 4:5. Si tuvieras que comprar el tiempo,¿lo usarías de una manera diferente?¿Usarías los minutos,las horas y los días de tu vida más sabiamente?.Claro que no podemos poner precio a los minutos y las horas que poseemos.Nos los dan gratis.Pero eso no nos excusa de usarlos cuidadosa y sabiamente.El dador del tiempo es el mismo Dios,y eso da un valor mucho mayor a nuestro tiempo de lo que cualquier cifra monetaria pueda sugerir.Por tanto, debemos aprovechar las oportunidades que el tiempo da para servir al Señor y hacer su voluntad.Eso no significa que tengamos que estar trabajando a cada momento.Es necesario tomar un descanso cada cierto tiempo,detenerse a oler las rosas por el camino,o disfrutar la belleza de una puesta de sol.Usamos nuestro tiempo sabiamente cuando combinamos las "paradas" apropiadas con los "pasos" adecuados.Según Salomón,hay un tiempo para que todos los propósitos de Dios se cumplan (Eclesiastés 3:1).Doy gracias porque Dios no vende el tiempo.Él lo da como regalo de su gracia.Así que pasemos nuestros días redimiendo el tiempo,usando las oportunidades para vivir para Dios (Colosenses 4:5). Sí,el tiempo es valioso.¡Manéjalo con cuidado! Si quieres usar el tiempo sabiamente,inviértelo en la eternidad. ¡La Palabra de Dios contiene innumerables señales específicas de los tiempos que se han cumplido en nuestra generación y que demuestran que actualmente estamos viviendo en el Tiempo del Fin! Entre dichas señales se encuentran: una espectacular ola de "pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares" (Mat.24:7); que "será predicado el Evangelio en todo el mundo para testimonio a todas las naciones" (Mat.24:14); un drástico aumento de los viajes internacionales, ya que "muchos correrán de aquí para allá, errantes de mar a mar, y la ciencia aumentará notablemente" (Dan.12:4; Amós 8:11,12); una gran "apostasía" o apartamiento del Señor (2Tes.2:3), conforme "los malos hombres y los engañadores vayan de mal en peor, engañando a muchos" (2Tim.3:13). Y "el amor de muchos se enfriará" (Mat.24:12), ¡con lo que habrá "angustia de las gentes en la tierra, desfalleciendo los hombres por el temor"! (Luc.21:25,26) ¡Son señales que claramente se están cumpliendo hoy en día más que nunca! "Cuando veáis todas estas cosas", dijo Jesús, "conoced que el Fin está cerca." ¡No se dirigía a Sus discípulos de hace 2.000 años, que no vieron el cumplimiento de todas estas cosas, sino a nosotros! "¡No pasará esta generación —la nuestra— hasta que todo esto acontezca!" (Mat.24:33,34) ¿Estás preparado? Pagina principal

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