Nuestro entorno social está muy influenciado por el dinero, la sociedad está dividida en clases socio-económicas, esta realidad ha marcado la mente de muchos, inclusive cristianos. No se asombre si cada vez que escuche decir “prosperidad” usted lo primero que piense es en dinero. Pasemos a considerar el tema:............. El término prosperidad en la Biblia es genérico, no solamente se relaciona con dinero. La Biblia dice: « Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3 Juan 2 ». Usted puede estar lleno de dinero y de enfermedades y preocupaciones. El concepto de riqueza en la Biblia, se relaciona con lo necesario. La Biblia dice: « Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mateo 6: 7- 8, y dice: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy » Mateo 6: 11. Debe mantener presente que la sociedad en general promueve el consumo de bienes no necesarios. El derroche es pecado. La Biblia dice « Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites ». Santiago 4: 3. La ostentación es pecado. La Biblia dice: «Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios » 1 pedro 4: 3 y 4, y dice «Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día ». 2 Pedro 2:12, 13. El amor al dinero es causa de males. No relacione el término «bendiciones» solamente con el dinero, la administración eficiente y eficaz de los recursos está antes de eso; la salud, la paz espiritual, la llegada de un nuevo hijo, la unidad familiar, también son bendiciones. La Biblia dice: « porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores » 1 Timoteo 6:10. La prosperidad está atada a la madures espiritual. No se le puede dar 2 millones de dólares un niño de 5 años para que compre golosinas, la Biblia dice: « Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma » 3 Juan 2. « Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas » 1 Corintios 16:2. Todos tenemos un límite para recibir de Dios. La Biblia dice: « No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga ¿Quién es Jehová?, O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. » Proverbio 30: 8- 9. Dios no nos va a dar tanto que nos envanezcamos, ni tan poco que reneguemos. Existen tres grandes procesos que pueden afectar nuestra prosperidad. Veamos: 1. «La salida de Egipto». Así como lo narra el libro del Éxodo el pueblo del Israel cuando salió de Egipto tuvo que dejar ciertas cosas como: « Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!. Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos » Números 11: 4 y 5. Cuando usted se convierte y abandona el mundo ciertos “bienes” se pueden perder, éstos serán sustituidos por otros realmente necesarios. 2. La prueba. Cuando Job fue puesto a prueba perdió familia, salud, bienes, pero aún así fue edificado y luego restaurado, la Biblia dice: « Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas. Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc. Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos. Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. Y murió Job viejo y lleno de días » Job 42: 12- 17. Precisamente la « prueba » se distingue de la « salida de Egipto » porque luego ocurre una restauración de lo perdido. 3. La disciplina de Dios sobre sus hijos. Luego que los israelíes volvieron de la cautividad en Babilonia, no pudieron reconstruir el Templo de Salomón con la misma majestuosidad que tuvo en el pasado, aparte de por supuesto, los 70 años de cautiverio. Tome eso en cuenta. Lea Hageo 2: 1- 9. Aunque ese fue el Templo que conoció el Señor Jesús cuando vino, la generación que volvió de Babilonia jamás pudo reconstruirlo al nivel de como fue la primera vez. El que más da, no es el más tiene, sino el que más se sacrifica por el Señor. Existe una promesa en Malaquías 3: 10, que dice: Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde, pero el pasaje de la de la viuda que echó dos monedas de bajo valor siendo esto todo lo que tenía, nos enseña que para Dios el sacrificio es lo valedero, y dice: Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Mateo 12: 41- 44. Pagina principal